ENTREGAMOS NUESTRA VIDA AL PADRE Y A SU PLAN DE SALVACIÓN SOBRE EL MUNDO
PERTENECER AL SEÑOR VIVIENDO SU MISMO ESTILO DE VIDA: SU CASTIDAD PARA AMAR A TODOS, SU POBREZA PARA VIVIR LIBRE, SU OBEDIENCIA PARA ENTREGARME. POR ÉL Y COMO ÉL.
“Dios me estaba invitando a que también yo ardiera en el fuego de su amor y entregara mi vida, siguiendo a aquél que la entregó por amor. Dios me estaba llamando a ser un Hijo del Corazón de María, un Misionero Claretiano”
Manuel Ogalla CMF
Dios nos quiere para los demás. No tiene sentido vivir para uno mismo. Estamos convencidos de que no ha nada tan bello como darse a los demás. Que nada nos pertenezca, que no pongamos barreras a nada, que cada parte de mí sea para regalarla a otro, para hacer algo bonito por él.
“¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo si finalmente pierde su alma? Esta sentencia me causó una profunda impresión… fue para mí una saeta que me hirió en corazón”
Padre Claret
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